Guillermo Pascual

Nuestro entorno visto con atención...

01 febrero 2009


NI A PROPÓSITO.
Escribía hace unos días acerca de lo injusto que se trata a profesionales cualificadísimos que trabajan por mejorar nuestra calidad de vida y aliviar el futuro de posibles enfermos de cualquier dolencia. Coincide que en el Heraldo de Aragón del sábado 31 de enero, o sea ayer, se entrevista a dos de esos científicos, que en este caso son aragoneses, los dos casualmente trabajando fuera de nuestra comunidad autónoma. Uno de ellos, el Profesor Carlos López Otín, de Sabiñánigo (Huesca), Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Oviedo, con un sólido equipo tras él, investiga en dos grandes aspectos: el cáncer y el envejecimiento. Es interesante oirle hablar de medicina regenerativa o de la "lógica" molecular de la vida y cómo se desvirtúa en enfermedad. Le cuesta, aún siendo un referente mundial en su terreno, conseguir subvenciones para investigar él y su equipo, formarlo con estancias en Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Alemania, etc. El otro, Alberto Jiménez Schuhmacher, zaragozano, es bioquímico del CNIO, en Madrid, junto al Profesor Mariano Barbacid, e investiga sobre cáncer. Le cuesta entender que siendo doctor y hablando tres idiomas, vaya muy justo para pagar el alquiler del piso en el que vive...
El investigador necesita centrarse, concentrarse, solamente en lo que hace, no en situaciones que deberían ser solucionados por mera... lógica, como la que busca el Prof. López Otín. Y quien no lo entienda, tan solo pidámosle que piense un momento en el por qué se cura hoy, con facilidad, una enfermedad que hace cuarenta años era mortal... que mantiene la vida, lo más valioso, lo que no tiene precio... Pues porque alguien, anónimo, donó mucho tiempo de él y de los suyos, para que la muerte no saliera ganando antes de tiempo en la partida de la vida.
Los investigadores son muy necesarios y hay que atenderlos adecuadamente. Al menos como lo hacen con otros que se pasean vendiendo sus estériles vidas por los platós de televisión. Afortunadamente cada vez son más los que no ven/vemos estas cadenas que menosprecian la inteligencia humana con este tipo de espacios. Se puede utilizar el tiempo en leer, estudiar, pasear o pensar en aquel viaje a una pequeña zona del continente asiático en donde se contuvo el tiempo en esta bonita imagen de un "rebaño" de patos en un río cayendo ya la tarde sobre ellos.

1 comentarios:

A las 1 de febrero de 2009 19:39 , Blogger Caminando ha dicho...

Desgraciadamente no encuentra ayuda y reconocimiento el que más lo merece. A veces es justo al contrario, cuanto más "vale de verdad" una persona, más se le exige. Eso sin contar que suscite la envidia…, porque entonces se le ignora o desprecia. Mi abuela decía:"El que más pone más pierde". Pero no seamos negativos, todas esas personas "admirables", lo son tanto, que encuentran la recompensa en su propia acción. Aunque las pasen "canutas".
Por cierto, usted hacía referencia a esto mismo en su escrito anterior.
Así es la vida...

 

Publicar un comentario en la entrada

<< Página principal